Al poner o rediseñar un nuevo hogar, las personas usualmente piensan en elementos de decoración como los muebles, el color de las paredes, la iluminación y los detalles que pueden aportar un toque único a sus casas; sin embargo, los aromas también pueden ser un aliado poderoso en la belleza, estilo y funcionalidad de los espacios.
Cada aroma específico tiene relación con alguna de nuestras emociones. Según los análisis que se han hecho de las propiedades de las esencias naturales, hay aromas que ayudan a calmar los nervios, a liberar la tensión nervios, a aliviar padecimientos como el insomnio o a mejorar ciertas funciones corporales. Estas propiedades indican qué aromas son adecuados para cada espacio de la casa.
Al considerar los aromas para la sala o el estudio, los dueños del hogar pueden aprovechar los beneficios que ofrecen esencias como el coco, la vainilla, el jengibre, la sandía y la uva. Se ha afirmado que estos olores ayudan a reducir el ambiente negativo y que logran atraer amigos.
Para lograr una experiencia integral en recámaras y baños, lo más recomendable es que los aromas logren mezclarse suavemente con los colores de la decoración. Por ejemplo, las tonalidades violetas y azules, que son relajantes, pueden combinarse con olores como la lavanda, el jazmín, el eucalipto, la manzanilla y la rosa.
En el cuarto de descanso, para lograr aliviar el estrés después de una larga jornada de trabajo, pueden utilizarse aromas como la canela, que favorece la digestión y la circulación; la miel, que despeja la mente, y el jazmín, que alivia dolencias en piernas y espalda. Lo ideal es combinar la experiencia de los aromas con un estado de tranquilidad física.
La cocina, a pesar de estar llena de los olores propios de la preparación de los alimentos, también puede beneficiarse con la presencia de otros aromas. El eucalipto, la naranja y el limón precisamente contribuyen a cortar los malos olores de la grasa y de ciertos condimentos. Además, si los habitantes de la casa consumen sus alimentos en la cocina, el aroma de naranja puede favorecer la digestión.
La presencia constante de los aromas deseados para cada espacio de la casa se puede lograr a través del uso de pebeteros, velas, popurrís y difusores, tradicionales o eléctricos. Es recomendable que los aromas sean cambiados, de manera gradual y sutil, cada quince días.
Los habitantes de la casa agradecerán el buen gusto de la decoración del hogar, pero los aromas lograrán crear emociones placenteras que los ayudarán a relajarse y sentirse felices. Conoce más beneficios de un Difusor de Aromas.
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