Tienes una excelente ubicación, tu ropa está al punto de lo que marca las tendencias y los precios pueden considerarse razonables, sin embargo encuentras que tus clientes son siempre nuevos; son raros los que reconoces por haber hecho compras en el pasado. Posiblemente no esté ocurriendo algo grave, pero no estás impactando lo suficiente para que les importe regresar o recomendarte con amistades. ¿Qué hacer?
Obviamente hay que revisar todos y cada uno de los enfoques, ya que es posible que estés descuidando algo en el servicio, o la competencia está haciendo bien su trabajo. En ese caso, sólo queda hacer las cosas mejor, volviendo la compra en toda una experiencia.
Para crear experiencias de compra únicas buscamos combinar productos y servicio de calidad con el sitio en que se ofrecen. Mobiliario selecto según el propósito (ejemplo: pocas prendas en exhibición para afirmar el tono de exclusividad, muebles a la medida o diseño sobrio), iluminación cálida y música ambiental suave. Se podría decir que es un ataque a todos los sentidos, pero falta el aroma para cerrar el círculo.
Tal como ciertos aromas pueden hacernos recordar pasajes completos de nuestra infancia, además del recuerdo viene la asociación con fuertes emociones. Ciertos aromas nos hacen recordar una grata memoria y por lo mismo hacen que nos relajemos y bajemos la guardia. Estas memorias emotivas pueden funcionar a nuestro favor, canalizando su efecto al impregnar de fragancias el lugar. Los frescos aromas del campo, flores, frutos, notas de madera, pueden crearse espacios únicos que hagan sentirte especial por todo lo bueno que evocan, como el glamour, elegancia y el buen gusto. Logrando esto, la manera en que se valoran tu tienda y los productos ofrecidos también cambiará.
Igual que la magia que rodea a las grandes obras de teatro, buscamos que la experiencia vaya más allá de una simple compra y que se convierta en un evento, algo para saborear, repetir y compartir.
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