Los negocios, como las personas pueden beneficiarse de los
aromas para dejar un recuerdo de más impacto en la memoria. El aromarketing
saca provecho de los mensajes olfativos que están asociados con las memorias
registradas en nuestro cerebro. En especial se busca traer a flote los eventos
de nuestra vida que hayan tenido efectos positivos, pues están catalogados con
el tipo de emoción que sentimos durante aquella experiencia vivida. Gracias a
este mecanismo podemos reaccionar de forma rápida e instintiva ante nuevos
lugares y situaciones; en base a nuestras experiencias acumuladas podemos
identificar si un lugar o una situación es segura, sólo con oler las partículas
en el ambiente.
Para definir la identidad de tu negocio, debemos tener en
claro la imagen que se desea proyectar. Aunque los efectos pueden variar pues
las combinaciones y cada persona son distintas, una categorización de
referencia puede ser:
Vainilla: reconfortado, sensual Menta Piperita: alerta, enfocado
Almizclero: aventurero, limpio Almendra: consentido, cobijado
Sándalo: relajado, travieso Freesia: seductivo
Cítricos: motivado, energizado Pachulí: sofisticado
Hierbas: feliz, infantil Frutas rojas: optimista
Lavanda: relajado, meditativo
Una vez que elegimos una identidad olfativa, es posible alternar con variantes de la misma o aromas que conjuguen con un tema principal para ofrecer novedad a lo largo del año. Estos cambios sutiles seguirán buscando producir la sensación de familiaridad y de emociones de seguridad, alegría, relajación, motivación, según el efecto que se busque.
Pensando en la primavera que está por llegar en
este 2017, podemos pensar en los aromas de tipo floral que representen los
entornos naturales de la temporada, para alternar o combinar con la esencias de
nuestra identidad de la marca. Mencionando los principales aromas de la
categoría floral, podemos elegir entre rosa, jazmín, gardenia, flores de
naranjo y violeta para hacer nuestras combinaciones
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