Después de la vista, el sentido más importante que tienen
los seres humanos es el olfato. De
acuerdo con estudios realizado por el Sense of Smell Institute, las personas
son capaces de reconocer 10 mil olores distintos y, además, de recordar
acertadamente el 65% de los aromas un año después de haber entrado en contacto
con ellos. Estas cifras se tornan increíbles cuando se comparan con los
estímulos visuales: es posible recordar correctamente el 50% de ellos tan solo
tres meses después.
Esta capacidad de los seres humanos para recordar
fragancias puede ser aprovechada por los negocios cuando implementan el
aromarketing, o marketing olfativo, en su
estrategia de marketing sensorial. En ocasiones, las empresas se centran
únicamente en elementos visuales como la tipografía, el logotipo y los colores
de la marca, pero olvidan el poder de los aromas en la rememoración de
emociones en la mente de los compradores.
Los aromas, bien empleados por las empresas, pueden crear
nuevas experiencias en los compradores o recordarles momentos agradables del
pasado. El marketing olfativo, o aromarketing, tiene una serie de efectos en
los compradores y en la empresa:
1. Crea reconocimiento y lealtad de marca.
2. Crea emociones (alegría, entusiasmo, relajación…) que
permiten que el cliente esté mejor dispuesto a realizar la compra.
3. Los clientes, al vivir una experiencia agradable, están
dispuestos a pasar más tiempo en un negocio, lo que aumenta las posibilidades
de que se realice una compra.
4. Da la posibilidad de reforzar la identidad de
marca.
5. Crea un ambiente agradable para clientes y empleados.
6. Logra diferencias una empresa de sus competidores.
7. Aumenta las ventas.
El aromarketing es usado por empresas de distintos
sectores: hoteles, tiendas, oficinas, bancos, casinos, bares, clubes nocturnos,
aerolíneas y aeropuertos… Esto es porque cada marca puede crear emociones
particulares según la naturaleza de los servicios que ofrece a los
clientes.
Sea cual sea el negocio en cuestión, lo cierto es que, dada
la cantidad de marcas que inundan los mercados del siglo XXI, la experiencia de
compra tiene que ser memorable, sobre todo si muchas de las ventas se hacen a
través de Internet, pero se desea atraer a los clientes a tiendas físicas.
Los compradores toman en cuenta todos los
elementos sensoriales que las marcas ofrecen, y los aromas tienen una fuerza
especial para impactar positivamente en ellos.
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