viernes, 24 de marzo de 2017

Aromarketing, ¿qué es y para qué funciona?

La estrategia de marketing de las empresas incluye importantes elementos sensoriales. Lo usual es que esta estrategia tenga como pilar al elemento visual y, por lo tanto, ponga énfasis en cosas como el logotipo, la tipografía y los colores institucionales. Sin embargo, después de la vista, el ser humano tiene otros cuatro sentidos externos. 
 Marketing Sensorial

Estudios que se realizaron hace décadas dejaron en claro que algunos colores favorecen la adquisición de ciertos productos porque transmiten emociones y logran conectarse con ciertas imágenes que existen en la mente del consumidor. Sin embargo, los otros cuatro sentidos aportan cosas distintas a la experiencia de compra. 
Muchas veces, al entrar a una tienda pequeña o, incluso, a una sucursal de una importante cadena de supermercados, percibimos una serie de estímulos visuales que van acompañados de música y, en ocasiones, de anuncios publicitarios presentados con un pegajoso jingle. A esa estrategia también se puede incorporar el aroma. 
En el caso del aromarketing, o marketing olfativo, las empresas pueden usar los aromas para mejorar la experiencia de los clientes en un negocio porque crean conexiones emocionales. El sentido olfativo es el más poderoso y emotivo de los cinco sentidos porque es capaz de rememorar sensaciones. 
Esta posibilidad que ofrece el sentido del olfato puede ser una gran ventaja para los negocios, sin importar la naturaleza del producto que ofrezcan o, incluso, si todas las ventas se hacen en línea. Los aromas pueden atraer nuevos clientes, aumentar las ventas al mejorar la experiencia de adquisición de un producto y crear reconocimiento y lealtad de marca. 
El aromarketing puede implementarse en tiendas pequeñas o grandes centros comerciales mediante el uso de difusores que llenen los espacios con determinado aroma (maderas, flores, cítricos…), pero también en las ventas por internet al agregar alguna fragancia agradable a los productos que se envían por paquetería. 
Sin embargo, el aromarketing no se limita a aromatizar espacios o a utilizar difusores que envíen partículas de olor por un local comercial. El mayor logro para una empresa al implementar una estrategia de marketing olfativo es conseguir que la identidad corporativa (mensajes, valores, audiencia…) pueda expresarse a través de un aroma que los compradores puedan evocar con agrado. Al combinarse con otros sentidos, el olfato, dentro de la estrategia de marketing, detona memorias placenteras y establece una poderosa conexión emocional con los compradores. 

Gracias a esta colaboración con los otros sentidos, el aromarketing permite que se creen emociones muy diversas: alegría, calma, entusiasmo. Esto ofrece la posibilidad de que cada negocio que esté implementando una estrategia de marketing sensorial cree experiencias hechas a la medida de sus deseos. Si creas la emoción adecuada, tus clientes estarán más dispuestos a realizar una compra. 






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