El orden y la armonía
con la que están acomodados cada uno de los elementos que conforman tu casa son
importantes a la hora de desarrollarte y convivir con los demás en ella. Sin
embargo, más allá de la simetría, el acomodo o el orden con el que distribuyes
los muebles y objetos, hay un factor que está implícito, pero que afecta más de
lo que te imaginas la forma en la que los otros e incluso, la que tú mismo o
misma percibes tu hogar.
Se trata del aroma, y
va mucho más allá de ahuyentar olores desagradables y de la higiene en sí. Una
buena fragancia acarrea beneficios como un entorno pacífico y relajado,
bienestar, salud y el agrado de quienes te visitan.
Las ganas de sentarse a
la mesa, de dormir una siesta e incluso, de activarse físicamente y hacer
ejercicio o llevar a cabo las labores del hogar, pueden estimularse a través
del olfato. Por eso, es muy importante que cada espacio de tu hogar tenga el
aroma indicado para inducir a quienes ahí se desarrollan a realizar diferentes
actividades.
Es parecido a la
elección y uso de un perfume: debemos buscar que la fragancia de cada espacio
represente lo que éste significa para ti, e inspire lo que deseamos.
Por ejemplo, en
dormitorios o habitaciones de descanso, es recomendable ambientar con aromas
relajantes como manzanilla, lavanda, jazmín, sándalo y ciprés, por mencionar
algunas. Además de ser muy agradables al olfato, se trata de esencias con
propiedades que alejan el estrés, la ansiedad y el nerviosismo, por lo que
estimularán el descanso de quienes estén expuestos a ellas.
En las salas de estar o
espacios de convivencia y recepción de invitados, te recomendamos emplear
aromas cítricos. Qué tal algo de mandarina, toronja, naranja o el clásico
limón. Además de ser aromas dinámicos y muy agradables, sus esencias
proporcionan la sensación de bienestar, y activan en el cerebro humano la
capacidad de evocar recuerdos, por lo que son ideales para mantener largas
conversaciones.
Aunque la cocina puede
ser un gran reto, debido a que por sí misma despide olores durante la
elaboración de comida, este espacio también puede llevar tu distintivo y
permanecer bien ambientado. No importa qué tan fuerte sea el aroma del pescado
o corte que acabas de preparar, o qué tan impregnado haya dejado el espacio esa
deliciosa repostería que acabas de sacar del horno.
Para crear el
distintivo de tu comida, te recomendamos aromas fuertes, cálidos y que
despierten por sí mismos el apetito, tales como la canela, el café, jengibre, y
si te consideras más dulce y lo tuyo son los postres, puedes incluir la
vainilla o el chocolate.
Utilizando un difusor de aromas para casa puedes lograr
que, en poco tiempo, las fragancias de tu elección personalicen cada lugar de
tu casa, con la garantía de que será un aroma perdurable que, más que
aromatizar, ambientará el espacio en el que tú y los tuyos viven.
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