Nuestro hogar; damos por hecho que es un punto para ir a descansar cuando es de noche, pero tiene tantas funciones como queramos darle. Para algunos se convierte en una extensión de la oficina, o de hecho es “la oficina”; otros lo toman como punto de reunión para recibir a los amigos y divertirse. Puede ser todo eso, pero lo más importante es que se convierta en el espacio donde puedas encontrar refugio físico y mental de los embates del exterior.

Con respecto a la oficina en casa, podemos utilizar esencias cítricas, como el limón, para dar claridad a la mente y que facilite la concentración, además de que ayuda a calmarte cuando llegues de la calle algo alterado, con ansiedad o bajo de ánimos. La esencia de canela también nos aviva los sentidos y ayuda a enfocar la mente.
Dependiendo de tu personalidad y el mood que te gustaría preservar en una sala o estancia, el tipo de esencias puede variar. Si quieres que tus invitados estén animados y alertas, puedes probar con aromas florales o incluso esencias de fresas silvestres para acentuar su notoriedad.
Es posible tener ambientes distintos en cada área de la casa, para cumplir distintos propósitos. Relajantes en la recámara con sutiles notas de lavanda o jazmín, frescura y vitalidad en la cocina y comedor con especias y mentolados, todo con el fin de que haya un recorrido emocional, que guíe a nuestra mente inconsciente al estado emocional que anhelas.
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