sábado, 23 de enero de 2016

Reconoce las marcas a través del olfato. ¿Qué es el Aromarketing y para qué sirve?

La industria del perfume es milenaria, desde los grandes reyes de Egipto hasta la más sencilla campesina sabía apreciar el efecto que los aromas tienen en la gente que los percibe; emociones gratas o una disposición a la sensualidad. También utilizados en rituales, los aceites aromáticos eran pieza clave para dar solemnidad al momento y conectarnos con lo divino. 

El valernos de aceites y perfumes era y sigue siendo una manera artificial de recrear los mecanismos de nuestro cuerpo para reconocer y reaccionar ante fragancias de la naturaleza o esencias corporales; estamos hechos para poder identificar con el olfato a nuestra pareja, nuestros hijos, sitios como nuestro hogar y elementos del exterior. Incluso, estas señales olfativas pueden indicarnos eventos sociales, sin requerir esfuerzo consciente, como el ponernos alertas por alguna amenaza o reconocer el tiempo propio para estar en intimidad de pareja.




A partir de este conocimiento, se buscó aprovechar el potencial de nuestra nariz para cautivar a clientes y mejorar las ventas a través de aromas diseñados, a lo que posteriormente se le acuñara el término de Aromarketing. Un ejemplo del aromarketing en la antigüedad era el provocar el apetito, con los aromas que se despedían desde las panaderías y los comedores en los mercados.


Más cercano a nuestros tiempos, algunos mercadólogos por la década de los 70’s tienen el chispazo de genialidad, aplicando los aromas de manera más científica a los productos promovidos y a la presencia misma de la marca, conocida también como Branding. Esta nueva faceta sensorial da pie a infinidad de aplicaciones, para finalmente poder atacar a todos los sentidos del consumidor. Con un mensaje fuerte y claro podríamos ser más capaces de atraer y conducir a la dirección deseada.


En la actualidad, las grandes transnacionales de alimentos, tiendas departamentales y hotelería tienen como imprescindible el contar con una firma olfativa personalizada. Incluso desarrollan aromas específicos para lanzamientos de productos… el aroma que lo identifica, en el producto mismo o el recinto donde se tiene en exhibición. Todo es pensado para recrear las emociones deseadas: familiaridad, confianza, anticipación, alegría. En el caso de los alimentos que se comercializan en envolturas selladas, para evitar el genérico y poco atrayente aroma a plástico se crean esencias con aromas suculentos, propios de la marca, para impregnar las envolturas y exhibidores con el aroma del producto que contienen.






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