Los aromas funcionan como metáforas, es decir que tienen la
posibilidad de representar otras cosas, como nuestros recuerdos o emociones. El
olor de galletas de limón o de esencia de vainilla puede transportar a quien
percibe el aroma a la cocina de la abuela y crear una experiencia placentera y
de bienestar en ese momento. Del mismo modo, notar el aroma del bosque después
de la lluvia es capaz de evocar momentos felices de la infancia o recordar
algún viaje entrañable.
El olfato es uno de los sentidos más poderosos de nuestro
cuerpo, ya que tiene la capacidad de hacer que las personas recordemos
determinadas situaciones o, incluso, épocas enteras de la vida y, por tanto,
ofrece la posibilidad de transformar experiencias nuevas o cotidianas en algo
positivo o negativo. La razón científica detrás de este fenómeno es que el
olfato está conectado con el sistema límbico, que es la parte del cerebro donde
se procesan las emociones y las memorias.
Los difusores de aromas son una herramienta adecuada para
lograr que aparezcan esos recuerdos o sensaciones, pero también funcionan para
crear nuevas experiencias. Es posible agregar una determinada fragancia al
hogar o al negocio con el uso de difusores, ya que permiten que una esencia en
forma líquida se evapore lentamente y llene el espacio deseado.
El uso de los difusores es esencial para los negocios que
deseen implementar el aromarketing. Al crear una experiencia agradable y
relacionarla con un determinado olor, los clientes tendrán una experiencia
grata que será fácil de recordar después, pero también estarán dispuestos a
permanecer por más tiempo en el negocio y tendrán una mayor receptividad a la
experiencia y decisiones de compra.
Además del tradicional difusor hecho de finos palitos de
bambú, existen dispositivos electrónicos que convierten la esencia líquida a un
estado gaseoso capaz de aromatizar espacios muy pequeños, como departamentos y
terrazas, y locales de mayor tamaño, como tiendas y centros comerciales.
Algunas empresas nos especializamos en la fabricación de los dispositivos
electrónicos y en la producción de esencias de distinto tipo, como maderas,
florales y cítricos.
A diferencia de las velas aromatizadas, los difusores
eléctricos distribuyen los aromas de manera delicada, amable y sutil porque no
exponen las esencias líquidas a altas temperaturas que pueden descomponer su
estructura molecular y hacerlas demasiado fuertes o poco placenteras.
El uso de este tipo de difusores permite, por tanto,
incorporar toda clase de aromas agradables a la estrategia del marketing
sensorial de las empresas, que tradicionalmente se ha apoyado en elementos
visuales, pero que también puede incluir la combinación del resto de los
sentidos.
Aromas para Casa, Aromas para Tiendas y Difusores
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