Para mantenerse a flote, y básicamente por su razón de ser, las marcas se concentran en conseguir clientes que compren sus productos y servicios para cubrir su inversión y obtener ganancias. Una empresa que no pueda atrapar la atención de nuevos clientes y retener a los que hayan comprado previamente, sin importa lo excelente que sea lo que ofrecen, están destinados a una eventual ruina.
El
marketing moderno trata de transformar a las marcas en ‘Lovemarks’, creando
lazos emocionales con los consumidores, al grado de transformarse en lealtad
sin razón. Podemos compararlo con el enamoramiento; la marca te gusta y punto.
Las marcas que son más exitosas en la actualidad pueden con destreza conectarse
con los deseos y necesidades de los clientes; sus estrategias deben ser
respaldadas de datos, medios y liderazgo creativo.
El
término ‘lovemark’ y la teoría detrás del mismo fueron propuestos por Kevin
Roberts, director ejecutivo de la agencia de publicidad Saatchi and Saatchi, en
sus libros “Lovemarks: el futuro más allá de las marcas” y el posterior “El
efecto Lovermarks: triunfar en la revolución de consumo.” Donde habla sobre la
muerte de la mercadotecnia tradicional y cómo las marcas deben luchar para
encontrar un lugar en el corazón de los consumidores y que se ‘apropien’ de la
marca, si es que desean mantenerse vigentes en un mercado tan competido.
En
la guerra de precios, y las aplicaciones o sitios que sirven para comparar, han
transformado al cliente en un personaje menos leal, buscando la conveniencia.
Las Lovemarks buscan proveer una experiencia multisensorial a el grupo
objetivo, para conseguir mejores resultados en ventas a la vez que se siembra
la semilla de la lealtad en los clientes. El proceso se asemeja al cortejo de
pareja, para que las emociones nazcan y generen lazos fuertes, a prueba del
tiempo.
El
autor menciona cómo el cambio de lo tradicional a lo emocional a través las Lovemarks
tiene las riendas del futuro: la razón llega a conclusiones, mientras que la
emoción nos lleva a la acción. Los líderes creativos saben canalizar las
emociones; Amazon se concentró primero en lo que el cliente necesita y luego fue
trabajando en reversa, hacia el resto de la organización. Apple supo presentar
a los dispositivos electrónicos y a las computadoras personales como elementos
que aportan elegancia, con sus líneas refinadas y diseño intuitivo, ganando
batallas contra competidores de similar capacidad y precios más bajos.
Una
Lovemark no es de creación instantánea. Se trabaja con un plan estratégico y se
van midiendo resultados con una tabla también propuesta por Kevin Roberts,
llamada “Eje de Amor/Respeto”. Utilizando esta herramienta, las empresas pueden
tomar una referencia de qué tanto aman o respetan a la marca:
-
Poco amor y respeto bajo. Posiblemente consideren tu marca como genérica, dando
igual si compran contigo o con cualquier otro.
-
Respeto bajo y amor elevado. Lo más probable es que te consideren moda
pasajera.
-
Respeto elevado y poco amor. Es un excelente punto de partida, pues es una
marca sólida; tiene reputación pero falta que se enamoren de ella.
-
Respeto elevado y amor elevado. El objetivo final, una genuina Lovemark.
El
trabajo que vaya encaminado a la formación de lazos emocionales y la lealtad a
un grado no racional podrá mantener viva la flama de tus clientes. Esto ocurre cuando implementas Aromarketing en tu negocio. Visita Fridman's para recibir asesoría de los expertos y Comprar un Difusor de Aromas para tu tienda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario