Todas las empresas realizan cualquier cantidad
de esfuerzos para elevar sus ventas; desde capacitar a su fuerza de ventas
hasta diseñar campañas multimillonarias de medios; rediseñar imagen, lanzar
productos y contratar celebridades.
Todo es válido, por supuesto, y distintas estrategias entregan distintos
resultados.
Sin embargo, existe una estrategia que resulta
mucho más económica que todas las anteriores, y que consistentemente entrega
resultados comprobables de ventas en todos los sectores, en todos los estratos
socioeconómicos y en todos los productos y países.
Aún hay gente que no cree posible que con una
estrategia tan sencilla como el aromarketing se puedan aumentar las ventas de
manera tan dramática. “Si así fuera” –se preguntan- “¿por qué no todo el mundo
las usa?”. Nuestra opinión, exactamente.
Y sin embargo, conocemos y entendemos este
proceso: una empresa se acerca con dudas ¿de verdad esto funciona? Aunque todas
las pruebas científicas lo demuestran, algunas veces hace falta ver para creer.
Tras algunos meses de pruebas, los resultados no dejan lugar a dudas. El
aromarketing funciona porque el cerebro humano es predecible, y a ciertos
aromas resultan ciertas reacciones.
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