Podrías creer que
explotar el sentido olfativo de los clientes es una técnica reciente, que se
basa en estudios y pruebas realizadas por expertos en mercadotecnia, sin
embargo, la realidad es muy distinta. La historia de los aromas y su impacto
sobre los consumidores se remonta a décadas en el pasado donde algunos
vendedores, seguramente de manera intuitiva más que estratégica, utilizaban
aromas para enganchar y atraer a los clientes hacia ellos. Los vendedores
ambulantes, por ejemplo, utilizaban inciensos durante sus recorridos, para
llamar la atención de las personas.
“Los olores son
recuerdos”, fue la premisa base que dio inicio a las estrategias de aromarketing,
las cuales utilizan el olfato de los clientes como herramienta de asociación
positiva. Este sentido es el que genera las emociones, recuerdos e imágenes
mentales más fuertes, pues está directamente conectado con el lado instintivo
del ser humano y queda impregnado profundamente en la memoria.
El sentido del olfato
no ha sido investigado tanto como otros sentidos del ser humano, pero los
estudios que se han realizado son contundentes en mostrar que desempeña un
papel muy importante en la forma en la que percibimos nuestro entorno; el bulbo
olfatorio, que es el responsable del procesamiento de los olores, es parte del
sistema límbico del cerebro, que está relacionado con los recuerdos y las
emociones.
Algunas marcas se
dieron cuenta de que podían aprovechar el efecto de los olores e implementarlo
en estrategias con base en un olor característico para diferenciar a sus marcas
y facilitar al cliente identificarlos, PlayDough y Johnson&Johnson fueron
algunas de las primeras marcas en ejecutar exitosamente esta estrategia. Observaron
que lo importante no esta en el olor en si mismo, sino en las experiencias que
nos hacen revivir: el olor de la plastilina con la que jugabas cuando eras
niño, el aroma a casa limpia cuando cenabas en familia, fueron las sensaciones
que eligieron estas marcas para atraer a sus clientes reviviendo momentos
agradables de su vida.
En la actualidad cada
vez son más las marcas que exploran las estrategias de aromarketing, buscando
posicionar su marca en lo más profundo de la mente de los consumidores, haciendo
del proceso de compra toda una experiencia que le sea agradable vivir y recordar
al cliente. Sin embargo, aún son pocas las que lo han aplicado con éxito debido
a la falta de investigación del mercado. Cuando se trata de temas tan complejos
como el marketing sensorial, es importante realizar una minuciosa investigación
para elegir las estrategias adecuadas para el cumplimiento de sus objetivos.
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