El cerebro es el encargado de concentrar toda la información que se recibe de los sentidos, para traducirla en razonamientos que nos permiten actuar, reaccionar, aprender y comprender lo que está sucediendo. Estas actividades se procesan y regulan a través del sistema nervioso, el cual es, en términos prácticos una red de circuitos.
Dentro de esta red que es el sistema nervioso se encuentran diferentes conjuntos de circuitos que se conocen como los sistemas sensitivos tales como el sistema auditivo, visual o el olfativo, los cuales reciben y procesan estímulos específicos del entorno.
Dos personas han percibido el mismo olor, lo recordarán de manera diferente. Esto se debe, entre otras cosas, a que la percepción olfativa es diferente en cada uno de nosotros. Aun así, existen olores universales, que se denominan así porque estimulan sensaciones similares en la mayoría de las personas. Por ejemplo, el olor a coco que casi invariablemente remontará a quien lo percibe, a su estadía en una playa.
Existen investigaciones que han arrojado que la memoria olfativa se comienza a estimular desde antes que llegamos al mundo. Es posible que se puede tranquilizar a un bebé que está llorando si se le expone a un olor que provocó paz y tranquilidad a la madre cuando el pequeño o pequeña estaba en su vientre.
De igual forma, una mujer embarazada que es expuesta a olores desagradables durante su embarazo puede tener como consecuencia que después de nacer el bebé, sea especialmente sensible a dichos olores que perturbaron a su madre.
Nuestra memoria olfativa juega también el papel de auto-defensa. Ante ciertos olores, sin darnos cuenta, nuestro cerebro entiende que estamos en peligro o que el peligro se acerca, por lo que nos envía una señal para ponernos a salvo sin esperar a que razonemos acerca de lo que está sucediendo.
Sabiendo que el sentido del olfato juega un papel importante en la relación de nuestros estímulos externos con el cerebro, las grandes marcas han optado por invertir en estrategias de aromarketing.
Esta herramienta prioriza que las actividades para dar a conocer y posicionar a la marca se enfoquen en el sentido olfativo de los clientes para impactar de manera inconsciente a los clientes potenciales.
El aroma correcto puede estimular a las personas a seguir comprado en un súper mercado, o a consumir más alimentos en un restaurante. Además, el aroma juega un papel muy importante en la experiencia que se tiene al visitar un punto de venta o al asistir a un evento de marca.
La mercadotecnia olfativa también se utiliza para que las empresas se distingan de su competencia, cuando éstas impregnan sus productos de un aroma único que los hace ser identificables, y los posiciona en la preferencia de sus clientes.
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